En la biblioteca pública de Corozal, Sucre, nace Cine al patio, un servicio de extensión bibliotecaria que llega a la cárcel municipal para compartir con los presos espacios de esparcimiento, diálogo y aprendizaje alrededor del cine y sus historias.
Corozal es la perla de la sabana de Sucre, así lo dice la primera estrofa de su himno y así lo reflejan sus calles y sus habitantes. Es fácil notar por qué se le conoce de esta forma… es una pequeña joya al interior de este departamento.
Las nubes no parecen ser amigas de Corozal, ellas prefieren cubrir otros lugares y dejar que el sol, a veces de forma inclemente, ilumine este municipio. Para sus habitantes, esto no representa un problema porque están acostumbrados al sol, al calor y especialmente al cielo despejado y profundamente azul que se puede apreciar en cualquier rincón de este municipio.
Este mismo color azul está pintado en el techo de la Biblioteca Pública Municipal Antonio de la Torre y Miranda de Corozal, lugar que alberga cientos de universos literarios y que recibe cada día a niños, estudiantes, adultos y adultos mayores que llegan con todas las ganas de descubrir historias y obtener más conocimiento. También el color azul está presente en el techo de una construcción distinta… más vieja, menos visitada y con 54 residentes: el Establecimiento de Reclusión Especial de Corozal. Aunque a simple vista estos dos lugares solo parecen tener este color en común, lo que verdaderamente los ha unido es el cine y la cultura.
¿Cómo dos lugares tan diferentes pueden estar conectados? El punto de encuentro lo halló Diana Patricia Escudero, bibliotecaria municipal, quien en una conversación con un recluso de la cárcel especial de Corozal en el 2004, le contaba que llevaba más de seis años sin ver las estrellas y sin sentir la brisa de la noche. Para ella, esta situación no era digna para una persona, aunque estuviera privada de su libertad, y por este motivo decidió que desde la biblioteca pública ella haría algo por los reclusos de esta prisión. Así nació Cine al patio.
La iniciativa de Cine al patio es un programa que extensión bibliotecaria que busca reforzar los procesos de resocialización que adelanta la cárcel por medio del cine. “Los cineforos son muy importantes en los procesos de reinserción social, porque más allá de llevarles películas, que puedan ser ejemplarizantes para sus vidas, fomentan el diálogo, el respeto por la opinión de otros. Incluso, son un aporte para su higiene mental, porque ellos están encerrados a partir de las seis de la tarde, en celdas muy pequeñas con muchos internos, y el cineforo es un espacio que les sirve de formación, de recreación y para distraerse“, comenta la bibliotecaria Diana sobre este proceso.
Este cineforo se realiza cada 15 días con el apoyo del INPEC. Diana llega con sus equipos a la cárcel y todos los guardias de turno la reciben con bastante cordialidad, pues ella es una visitante regular del lugar. Mientras hacen todo el chequeo de sus equipos, los presos esperan ansiosos su llegada y se preguntan: ¿cuál será la película que traerá hoy a Cine al patio?
Una vez pasada la inspección rutinaria, Diana instala sus equipos en el pequeño patio que mide aproximadamente 12 metros de largo por 10 de ancho y donde diariamente comparten 54 reclusos su rutina entre actividades manuales, ejercicios en máquinas viejas y gastadas de gimnasio y juegos de mesa. Los jueves cada 15 días este espacio se convierte en una sala de cine que saca a los presos de su rutina y los transporta a otros universos de experiencias e historias.
Para Diana, proyectar una película no es suficiente, ella planea todo de forma que esta experiencia se convierta en una oportunidad para el aprendizaje y la reflexión. “Considero importante variar la temática, me gusta llevarles de todo tipo de cine… drama, documentales, de corte independiente, colombianas, que les deje un mensaje a ellos”, expresa.
Los internos saben que Cine al patio iniciará cuando suena el timbre a las 6:00 p.m. Para Javier Coronado, uno de los reclusos, este momento es el más esperado del mes: “uno se pone ansioso y se empieza a preguntar, ¿con qué película nos sorprenderá hoy Diana? Este tipo de experiencias tan sencillas, para nosotros son muy importantes porque rompen la rutina, uno siente que hay esperanza y muchas cosas buenas por hacer más allá de estas paredes”.
Para esta ocasión Diana ha escogido tres cortometrajes que la llenan de orgullo, pues son producciones realizadas por tres jóvenes sincelejanos ganadores del Programa Nacional de Estímulos del Ministerio de Cultura: El vuelo soñado, El Cebollero y Ambulante.
El primer cortometraje que se proyectará en este Cine al patio es El vuelo soñado, el cual trata sobre el anhelo de un niño por volar y cómo su abuelo logra, de alguna forma, cumplir este sueño. Una vez inicia la proyección, se siente inmediatamente como los reclusos quedan atrapados y su concentración es casi de envidiar… parecen estar perdidos en las calles sin pavimentar del corto, los juegos infantiles de los niños y los sueños que se cumplen de formas tan sencillas. Se percibe cómo con esta proyección ellos se sienten más cerca de la libertad.
Continúa el segundo cortometraje, El cebollero, realizado por un estudiante de grado once de Sincelejo. Los reclusos inmediatamente se transportan a sus años de adolescencia; algunos murmullos salen del patio cuando ven la relación del protagonista del corto con su compañera de clase, se sienten identificados con las miradas que cruzan los actores en la pantalla y recuerdan las mariposas en el estómago que les produjo su primer amor.
A juzgar por las reacciones de los espectadores, Diana parece haber acertado en la selección de los dos primeros cortometrajes; falta el tercero. Inicia la proyección de Ambulante y para los presos de este centro de reclusión especial –que en su mayoría son ex gobernadores, alcaldes, funcionarios públicos, policías y militares– la temática de esta producción parece tocarlos de forma más profunda. Ambulante trata problemas de desplazamiento, pobreza y orden público, pero también habla sobre la lucha de un vendedor ambulante por sacar a su familia adelante, un asunto que para ellos no es ajeno y que los ayuda a ver la otra cara de las ciudades por las que en algún momento trabajaron.
“Siendo este un lugar de reclusión especial, dirigido a funcionarios públicos o ex funcionarios públicos, fuerzas armadas, en fin, donde llegan muchos alcaldes y funcionarios y gobernadores, yo creo que el mensaje no quedó en el aire sino que quedó en la mente de muchos de los que estábamos ahí. En estos cortometrajes se muestra la realidad de nuestras ciudades, de la pobreza que hay en Colombia, no solo en Sincelejo y en mi caso que fui alcalde de esta ciudad, uno reconoce la importancia de trabajar por los menos afortunados”, expresa Mario Cruz*, ex alcalde de Sincelejo quien sintió que este tipo de producciones pueden cambiar el chip de los reclusos.
Una vez finalizado cada uno de los cortometrajes, Diana abre el micrófono y las opiniones no se hacen esperar; este momento se convierte en un espacio de encuentro, dialogo y participación. Las tres producciones reflejan problemas de drogadicción, educación, pobreza y falta de oportunidades, que se ven en los barrios más marginales de Sincelejo, pero también se puede observar los vínculos familiares, afectivos y emocionales de sus protagonistas, y es en este punto donde los reclusos parecen viajar a sus años de libertad cuando estaban con sus familias, cuando compartían con sus amigos de barrio o en su época de colegio.
Para Jorge Sánchez*, un nuevo recluso de este centro, “esta es una muy bonita experiencia puesto que nos trae a nuestra mente todo aquello que dejamos un día afuera: las calles, nuestras familias, el volverse a sentir como un niño de nuevo y esto nos mueve muchas fibras en nuestro corazón. Con este tipo de actividades uno descubre que algo importante para nuestro proceso de resocialización es el estar en contacto con la cultura y Cine al patio se convierte en un ejemplo concreto de esto”.
Una vez terminado Cine al patio, los reclusos se reúnen a socializar la actividad; sus reflexiones enriquecen a sus compañeros y así se refleja la importancia de estos espacios en las cárceles de Colombia. Uno de los objetivos de los cineforos es llamar la atención de los usuarios en relación con los aspectos sociales y culturales desarrollados en cada película y que a partir de este proceso de sensibilización, puedan familiarizarse con los temas propuestos y participar en las conversaciones desde su propio conocimiento.
Son las 8:00 p. m. en el Centro de reclusión especial de Corozal. Ha sonado el timbre y empieza el conteo de presos. Vuelven a su realidad, ya no hay sueños infantiles por cumplir, amores adolescentes y familias que superan las adversidades juntas. Ya solo están ellos con sus pensamientos, con sus conflictos y con lo que pueden construir para sí mismos a partir de las reflexiones del día.
*Cambio de nombre solicitado por el entrevistado.