Alexander Quinayas Capote es un joven de 18 años quien desde hace casi un año se encuentra a cargo de la Biblioteca Pública “Kilkakatina Uku”, cuya traducción del quechua al español es “Rincón de la lectura”. La biblioteca está ubicada en el Resguardo Indígena Rumiyaco (Piedra – agua), Corregimiento de Criollo, a 45 minutos del municipio de Pitalito, Huila.
En el Resguardo Indígena Rumiyaco viven cerca de 130 familias y la biblioteca no cuenta con un espacio propio, puesto que está ubicada en un salón de la institución educativa del resguardo; sin embargo, la infraestructura no ha sido un impedimento para que la biblioteca sea un espacio en el que niños, jóvenes y adultos se encuentran para disfrutar de la lectura, participar en actividades culturales, pero sobre todo disfrutar del servicio de Cineforos.
En esta entrevista Alexander nos cuenta su experiencia:
¿Cómo se han desarrollado los Cineforos en tu biblioteca pública?
“Los Cineforos los desarrollaba antes sin alguna orientación de películas educativas o contenidos parecidos. Buscaba películas animadas o que enseñaran algo y al final hacía una charla con todos. Cuando llegó la Caja de Servicios Bibliotecarios Innovadores fue un trampolín para impulsar las actividades. Prácticamente conocimos buenas plataformas para desarrollar los Cineforos en la biblioteca. Por ejemplo ahora abro la página de Cinescuela y hay muchas películas, entonces algunos muchachos opinan qué quieren ver. Y con ayuda del Formador Nacional programamos unas películas y otras las dejamos por votación: entonces la comunidad ahora las elige.
Empezamos con los capítulos de Guillermina y Candelario y Juanito Bajo el Naranjo. Luego con los adultos estamos viendo el Ciclo de Charles Chaplin: se han entretenido mucho. Hacemos los Cineforos los jueves con los niños y niñas y los viernes y/o sábados con los adultos, prácticamente de 2 a 3 veces por semana.
¿Qué elemento consideras que es importante para los Cineforos?

Los acompañamientos pedagógicos de las películas de Cinescuela han sido importantes. Con ellos, uno se guía como bibliotecario si no conoce el contenido. Han sido una herramienta sobre la cual uno se basa para formar un diálogo con la comunidad y hablar sobre el contexto de la película. En nuestra comunidad por ejemplo, hacemos el llamado más que todo a los mayores, muchos de ellos no tienen estudio, lo que tienen es su experiencia de vida, entonces ellos se sienten a gusto de que se los oriente para comenzar un diálogo.
¿Qué cambios has visto en la biblioteca pública a partir de la implementación de este servicio?
Nosotros en la comunidad tenemos una problemática: se discuten mucho los problemas internos. Gracias a los Cineforos, en los cuales uno se reúne con la gente para sentirnos alegres y reír, hemos intentado un diálogo; hemos intentado interactuar entre nosotros para unir las personas sin importar el problema que tengan. Se ha logrado la unión de la comunidad en general.
¿Cuál es el promedio de usuarios que asiste a los Cineforos?
En promedio tenemos para cada película unas 50 personas. Como no contamos con un espacio propio para la biblioteca, arreglo el salón y los arrincono bien pegaditos, incluso detrás de los estantes. Cuando ya no cabemos, hacemos extensión bibliotecaria y llevamos “Cine a la Casa Grande”, que es el lugar en donde se realizan las reuniones generales de nuestra comunidad, en donde se debaten problemas, proyectos y se llegan a acuerdos.
¿Qué te gustaría para tu biblioteca en términos de los Cineforos y de los servicios bibliotecarios?
Yo visiono a la biblioteca como un centro cultural, como un centro de paz. La visiono con su propio espacio. Nosotros como comunidad indígena tenemos la intención de sacar nuestra biblioteca pública adelante. Una biblioteca que cuente con más colecciones y con más servicios innovadores para que la comunidad se apropie de la lectura, incluso de la lectura de contenidos audiovisuales.
Como esta biblioteca, las Bibliotecas Públicas Kamuwan Kishpirinchik “Salvados por un libro” y Kusi Kilkakatina “Leer con alegría”, de los resguardos indígenas Chillurco y Bruselas en Pitalito, vienen desarrollando el servicio de Cineforos con sus respectivas comunidades, proyectando contenidos audiovisuales diversos y abriendo espacios de diálogo en estas zonas rurales, en donde incluso no se cuenta con un buen servicio de energía eléctrica. A pesar de las dificultades técnicas o de espacio, la voluntad y el esfuerzo de los bibliotecarios han hecho posible que los Cineforos se realicen en sus comunidades.