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Palabras de Adriana Martínez-Villalba, directora de la BNC, en la ceremonia del IX Premio Nacional de Bibliotecas Públicas
Biblioteca Nacional de Colombia
17/12/2024
Fotografía de Palabras de Adriana Martínez-Villalba, directora de la BNC, en la ceremonia del IX Premio Nacional de Bibliotecas

Buenas tardes, bienvenidas y bienvenidos a la Biblioteca Nacional de Colombia, la casa de las bibliotecas públicas del país; la casa de las palabras y el patrimonio, en donde todos los días habitamos y cuidamos la memoria. 

Un saludo especial a nuestro ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, el señor Juan David Correa Ulloa, y todo nuestro agradecimiento por siempre creer, defender y comprometerse con la Biblioteca Nacional y la red nacional que hoy componen 1558 Bibliotecas Públicas del país y 630 Bibliotecas Rurales Itinerantes. Gracias también, ministro, por su compromiso con miles de proyectos bibliotecarios comunitarios y populares en todo el territorio nacional.  

Mi abrazo y todo mi reconocimiento a las bibliotecarias, bibliotecarios y comunidades que rodean y sostienen a las 75 bibliotecas que este año participaron en este premio y, muy especialmente, a los 9 proyectos bibliotecarios que hoy son finalistas.  

Gracias también al Grupo de Bibliotecas Públicas, liderado por Sandra Suescún. Este equipo hace posible esta convocatoria y este premio, que cada año resalta el trabajo de cientos de bibliotecarios y comunidades. Y a ASCUN, nuestro aliado, que este año también se comprometió de manera decidida con el fortalecimiento de las bibliotecas Públicas del país.  

Por último, un agradecimiento a nuestras tres juradas de esta edición, quienes recorrieron el país con entusiasmo e interés para conocer cada uno de los proyectos finalistas. Estamos seguras de que amplificarán en la conversación nacional el lugar indispensable de las bibliotecas públicas para la democracia. 

El premio Daniel Samper Ortega se celebra desde el año 2014, y debe su nombre al profesor, académico, historiador, ensayista, novelista y editor, quien fue director de esta biblioteca entre 1931 y 1938, y a quien además debemos este edificio en el que estamos reunidos. Un director que marcó de manera definitiva el rumbo de las BP en el país cuando en 1934, junto con el ministro de educación de la época, Luis López de Mesa, inauguraron las bibliotecas aldeanas, un programa que en buena medida fue la semilla de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas.  

Hoy, 90 años después de esa iniciativa, es motivo de alegría absoluta para nosotros estar aquí reunidos reconociendo el lugar de las bibliotecas públicas en Colombia. Un camino largo y colaborativo desde sus inicios en el que han trabajado constante e incansablemente miles de Bibliotecarias, la mayoría de ellas mujeres, según un diagnóstico reciente, realizado por la Red Nacional de BP. Mujeres que, más allá de infraestructuras culturales, han hecho de las bibliotecas verdaderos espacios y procesos de cuidado alrededor de la palabra, fundamentales tanto para quienes requieren de esos cuidados, como para quienes los proveen. Un cuidado que se legitima, sin duda, cuando vemos el trabajo de cada uno de los proyectos que hoy nos acompañan, con propuestas que ponen en primer lugar la sostenibilidad de la vida, el cuidado del planeta, la salud mental, la protección de las lenguas indígenas, el trabajo con y para las poblaciones con necesidades especiales y siempre el acompañamiento y la presencia para los niños, niñas, jóvenes y adultos mayores.  

Ustedes, compañeras y compañeros bibliotecarios, están hoy aquí para mostrarnos una posibilidad de país, en el que personas como ustedes y sus comunidades promueven, todos los días, la vida y la esperanza, fortaleciendo cada uno de sus proyectos de convivencia y transformación social. Las Bibliotecas Públicas son espacios que, desde su labor de cuidado, abren posibilidades para todas las voces del país, especialmente para aquellas que históricamente han sido excluidas, y hacen posible nuestro derecho ciudadano a la participación, a la palabra, a la cultura escrita, a leer, a escribir y a imaginar.  

El proyecto de las Bibliotecas Públicas del país empezó hace 90 años como un esfuerzo obstinado desde el centro del país. Hoy podemos asegurar que se trata de una política pública que ha sido posible gracias a un modelo de corresponsabilidad entre las administraciones locales, el ministerio de las culturas, la empresa privada y la cooperación internacional. Y, sobre todo, gracias a la apropiación y la defensa que las comunidades han ejercido sobre las bibliotecas como espacios públicos y del cuidado.  

Sin embargo, aunque hoy nos reunimos para celebrar a las bibliotecas, es también un día de triste incertidumbre, como dijo una de mis compañeras. El hundimiento de la ley de financiamiento por parte del Congreso de la República que ocurrió anoche nos pone en una angustiante situación frente al presupuesto que requieren las Bibliotecas Públicas del País. 

Había preparado estas palabras inicialmente haciendo un llamado a las administraciones municipales y departamentales a comprometerse con sus bibliotecas; sin embargo, frente a las decisiones del congreso, hoy me veo en la obligación de ampliar ese llamado, primero que todo, a ustedes, que si hoy nos acompañan aquí es porque seguramente entienden el lugar de la biblioteca pública en el cambio social que soñamos para el país.  

Quiero unirme a la invitación que nos hace el ministro frente a esta difícil situación, a movilizarnos por la dignidad de las culturas y, particularmente desde este lugar, por la defensa del derecho que tenemos como colombianas y colombianos de seguir soñando con bibliotecas transformadoras como las que hoy nos convocan; bibliotecas que nos permitan imaginar y hacer realidad proyectos de cuidado de la vida a través de la palabra, de la lectura, escritura y la oralidad. Lo que nos muestran estos finalistas es que esa inversión y ese esfuerzo solo pueden resultar en la construcción de un país más justo a nivel social, ambiental y epistémico.  

Nuestro compromiso desde el Ministerio de las Culturas, la Biblioteca Nacional de Colombia y la Red Nacional de Bibliotecas Públicas está hoy más firme que nunca para que la palabra, en las múltiples formas que cobra en la diversidad de nuestro país, a veces como cuento, a veces como arrullo, a veces como ciencia y pensamiento, y en más de 60 lenguas, sea siempre, siempre, una posibilidad para la vida. 

Felicidades a las y los finalistas.  

Muchas gracias. 

Adriana Martínez-Villalba, directora de la Biblioteca Nacional de Colombia.