Grandes entre los grandes
Podría sonar a cliché, pero ganar este premio realmente fue un honor en todos los sentidos, una experiencia de vida inolvidable.
Como bibliotecario y más aún como persona, mi vida está atravesada por la duda, los miedos, el cansancio y la incertidumbre, pero al mismo tiempo a esto lo acompañan las alegrías, la esperanza y el orgullo. El Premio es un gran reconocimiento a una labor humana y social que termina siendo una recarga de vocación en medio de adversidades sociales y personales de todo tipo.
No tengo la fortuna de haber recorrido los territorios de toda Colombia aún, ni mucho menos de tener en mi cabeza una idea general de todas las bibliotecas que conforman la Red Nacional de Bibliotecas Públicas de Colombia, pero sin duda alguna estoy seguro de que están sostenidas por grandes historias de liderazgo, tenacidad y cuidado por sus comunidades. A esos bibliotecarios y bibliotecarias de todos los rincones del país les expreso mi admiración total.
Este reconocimiento destaca nuestra labor al mundo. En nuestro caso, no solo se reconoció el impacto social de nuestro trabajo, sino que las mismas comunidades de usuarios y otros colegas nos vieron como una biblioteca grande entre las grandes que transforma realidades del día a día.
A los organizadores de este reconocimiento, les doy las gracias. Lo que se mostró y exaltó no fue solo el trabajo de unos pocos, fue el empeño y cariño de muchas personas que estuvieron detrás durante años para reafirmar el valor social que tienen las bibliotecas. Fueron los mismos usuarios y amigos que iban apareciendo en el camino los que creyeron y siguen creyendo que las bibliotecas públicas son una importante alternativa de vida.
Esta labor es tan inmensa que todos los días aprendemos y estamos en constante transformación, gracias a lo que vivimos en los corazones de nuestras comunidades y territorios, pero también a ese compartir con otros.
Además de todo lo maravilloso que expresé líneas atrás, gracias a esta experiencia pude conocer bibliotecas públicas de otras partes del mundo. Allí pude, por supuesto, tomar atenta nota de las formas de gestionar sus proyectos, pero también pude reafirmar y sentirme orgulloso de estos espacios. Los bibliotecarios y las comunidades de usuarios en Colombia somos, definitivamente, grandes entre los grandes.
Con cariño,
Carlos Vera.